Mi Profesor de Biología le encantan las colegialas, Max como le digo en la intimidad, que se confunde con un pedido de Más, me tomó fuerte hacia su cuerpo mientras se retiraba su ropa interior, apareció una gigante verga entre sus piernas con una cabeza de color rojo brillante y palpitante, la tomé con mi pequeña mano, Su polla se levantó inmediatamente. Max suspiró y templó sus muslos mientras yo acariciaba sus bolas redondas y gigantes. Acerqué mi boca al venoso y delicioso palo de mi profesor y la posé en la cabezota saboreando con mi lengua como si fuera una paleta, primero lentamente y luego más rápido y más profundo logrando tragarme hasta parte de sus bolas.
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