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Guillermo mi profesor tenía de compañera a su esposa, con la que formaban grandes faenas en el colegio, pero parecía no quedar satisfecho, metía su mano entre mi vestido para tocar mi vagina, me acariciaba la entrepierna, inmediatamente la excitación me invadía, mi pecho se agitaba, sentía sus dedos hurgar mis cavidades. Esa situación algo morbosa, frente a la posibilidad de que otra persona se diese cuenta de lo que sucedía, me gustaba, a pesar de eso trato de hacerme la difícil y sacar su mano, pero se aferra a mi vagina apretándola fuertemente provocándome una excitación mayor. Me pone su pene en la boca casi obligándome a que se lo chupe, a lo que no me rehúso, se la chupo desesperadamente…
